sábado, febrero 03, 2007

Juegos

La vida juega a reirse de sí misma,
haciendo los días noches y los sueños pesadillas.

A veces el juego se hace macabro,
y entonces hace a las niñas prostitutas
y a los padres de familia alcohólicos;
a las madres las hace ludópatas
y los mayores, desperdicios;
a unos hombres los hunde en el fondo del mar
y a otros los asesina en sillas;
unos hombres mueren de hambre
y a otros los mata de sida.

La vida se disfraza de verdugo y de payaso,
de mártir y de traidor.

La vida, cuando se aburre, juega a reirse de sí misma,
pero a veces, a menudo, llega a límites asesinos:
juega con la desesperación de los hombres
y entonces se inventa a dios.