Quise.
Tal vez no supe hacerlo materia,
pero quise.
Fui sistole y diástole
del deseo.
Incapaz de dar y de recibir,
me quedé entre los trópicos,
recorriendo en bucle
el sí y el no.
Mis gritos de silencio
suplicaban por mis manos vacías,
hambrientas de entrega,
que no sabían qué hacer
con tanto calor.
Se me atragantaron las palabras.
Se me secaron los ojos.
Y persiguiendo tu luz,
acabé convirtiéndome en sombra.
domingo, diciembre 06, 2015
lunes, junio 22, 2015
Pasado
Recorremos caminos de inconscientes
maneras. Nos dejamos hacer y deshacer al antojo de gusanos huecos que aniquilan
la cordura y el amor que habita en nuestras entrañas. Injurian nuestro cuerpo,
lo lapidan, lo queman, lo arañan, lo muerden. Mantenemos la farsa de la
normalidad, la sonrisa pintada, la máscara de la vida perfecta, y, mientras
tanto, morimos de miedo y de soledad en un rincón de la cara oculta de nuestra
cueva. ¡Maldito pasado! Ojalá pudiera matarte de un suspiro, uno de esos en los
que desahogo mi ansiedad y mi pánico a pisar las calles. Ojalá pudiera exterminar
todo reflejo de esa ave de rapiña que cortejó mi inocencia para violarla
después.
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