domingo, marzo 29, 2009

Cigarros



El cigarro se consume en el cenicero,
lento, sabiéndose
mi único compañero
en la noche.
Todo mi universo hecho de humo,
difuso, irreal.
Hago garabatos en el papel
con ebria soltura,
y miro por la ventana
la oscura
realidad de la noche.

Difunto el primero
enciendo el segundo cigarro
mientras sigo buscando
palabras
que te dañen,
que te llamen,
que te hagan volver.
El camión de la basura
distrae mis recuerdos,
y en el cajón de mi mesa
el mismo desorden que ayer.
Aunque es fácil confesar
desde la distancia,
tu ausencia despierta en mí
la vergüenza y la derrota,
y asumo tu silencio
con estudiada resignación.
El humo asciende
en insinuantes curvas,
evocándome noches
contigo a solas.
Cierro los ojos y,
por un instante,
vuelve tu imagen, tu aroma,
tu respiración
acompasada con la mía,
mientras sola agoniza la colilla
cual imagen mía
reflejada en el cenicero.
Te quiero
Pronombre y verbo
como única concesión
de las musas.

Enciendo el tercero.
Corren las horas
y mi mente viaja
más allá del lenguaje,
más allá del presente,
más alla de tu imagen.
Te quiero
Gramática pobre
para un mundo complejo.
Te quiero
Esperanza escudada
en un pronombre y un verbo.
Te quiero
Y mi vida pendiendo
de un pronombre
y un verbo.

2 comentarios:

Pedro Chincoa dijo...

Ahora entiendo porqué te tomas tu tiempo para publicar alguna entrada. Lo que escribes parece que antes lo hubieras escrito en una libreta para después limar rebabas y conseguir un ritmo propio y placentero para el lector. No todas las entradas me gustaron tanta como esta. Será que soy un esclavo de la nicotina de la mañana a la noche...me recuerdas a una amiga bloggera http://tania-hermida.blogspot.com/
No me gusta hablar por hablar, en realidad soy un tipo seco, solo que tb me interesa mucho todo lo que tiene que ver con el realvisceralismo.

un saludo.

mara dijo...

¿porque siempre me mecen tus palabras?