lunes, septiembre 18, 2006

Letanía

La letanía de tus labios

grabó en mi piel

un océano de vida.

Marcaste con fuego

caminos a tu cuerpo

para acercarme a ti.

Nadé. Mordí. Jugué.

Recorrí

los valles de tu vientre

para buscar tu centro,

persiguiendo la noche

que te unía a mí.

Los mapas en mi espalda

y las letras en tu mano,

siempre encarando al viento,

cruzaron la frontera

de las horas perdidas.

Besando tu cuello,

esperando tu abrazo,

respirando tu aliento

cubrí tu silueta con la mía,

comprendiendo a golpe

de amanecer

que mi vida en tu vida,

que tu ser queriendo ser,

que tu boca y la mía,

que quererte beber...

…que la carne de mi carne

vive más allá de tu perfil,

que mi cuerpo y mi sombra,

mi vida,

fueron hechos para ti.

1 comentario:

Das confabula dijo...

la ternura es algo que bien callamos, que nos dejamos en estos sitios, y luego nos encontramos sin decir ni un comentario al respecto... somos cómplices de lo mismo...