Cóncavas miradas de lechuza en celo
cruzando la frontera de mi mundo.
La noche juega al escondite con la razón
y la copa se convierte en aliada de las manos,
cómplices todas de las ganas de vivir.
Frío que sube desde el suelo
hasta calar mis huesos,
ojos que dan besos
y labios que dan sed.
Agua que no corre y lleva los instintos,
esquinas de tus calles dando sombra al desvelo,
música en silencio,
de frente a la pared...
... y el desorden quebrando penas.
... y las penas que lloré ayer.
Y tú,
y tu mirada,
y tú acariciando mi pelo,
y el consuelo
de un nuevo amanecer...
1 comentario:
y las cosas que se vienen encima
desde abajo... desde bien abajo, che...
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