domingo, abril 12, 2009

Extremos




Tantas confesiones en la memoria, y nunca aprendo. Quizás el error esté en el planteamiento, o en la simplicidad de las mismas. El que quiera entender, que entienda.

Ya no me esfuerzo como antes en maquillar la trama. Me dejo llevar en un solo acto desde el principio hasta el final, intentando apostarme de frente y ante todo, sin ensayar guiones ni compromiso de permanencia en la sala. Si hay que morir, que sea a lo grande.

Y el mundo, mientras tanto, sigue sin comprender que a veces puede ocurrir, que hasta el más pintado pierde batallas. Que nadie está libre de pecado. Que si un día reviento de dolor y de miedo, no será sin haberlo avisado. Y que, aunque no existen culpables, tampoco existen inocentes.

4 comentarios:

Didac Udagoien dijo...

pero, tal vez sí
responsables.

mara dijo...

dificil comentar esto... sale del fondo de tu alma de sirena. La verdad es que cada vez que te leo me sorprendo más y más de la fuerza de tus palabras

campanilla dijo...

eres lo ultimo que leo antes de cerrar esta pantalla, me alegro de haber pasado por aquí.
Buenas noches
:)

Anónimo dijo...

Un saludo

Desde hace unos meses, yo y otros dos amigos, estamos llevando a cabo un proyecto. Dicho proyecto consiste en la elaboración de una comunidad literaria independiente, un rincón en el que cualquiera pueda expresarse y de cualquier forma: relatos, poesía, etc. La idea de la que surgió y de la que aún se sigue sustentando, no es solo esa expresión, anteriormente mencionada, sino el mestizaje: que lo que yo escriba puede servirle a otro de aprendizaje o si más no, pueda aportarle alguna idea y viceversa. Por ello, les invito a todos aquellos que quieran participar en la redacción a que envíen un mail a lagacetademedianoche@gmail.com, citando el correo electrónico de la cuenta blogger, a la que deberá enviarse la invitación.

Atentamente,

El Gato Negro