lunes, noviembre 02, 2009

Letras


Las letras ya no brotan de mis dedos. No consigo ver el reflejo de mis sueños y mis pesadillas en los espejos, y las sombras de un pasado incierto y volátil sobrevuelan mi cuerpo.

Deshago los nudos poco a poco, sin prisas, dejando que cada cosa encaje su perfil en los huecos que los ausentes van dejando. Naturaleza muerta donde una vez brotó la vida.

Con la cara limpia y la mirada clavada en algún lugar más allá del aquí y ahora, enfrento los cambios sabiendo de dónde vengo. Las heridas, al descubierto, cicatrizan con el aire puro, y dejan como huella una extraña paz que me aparta de los pasos ajenos.

Pasan los minutos como años, y la gente como hormigas en un jardín de asfalto. No hay dolor, ni tragedia, ni culpa. Sólo espacios en blanco donde no están las letras que ya no brotan de mis dedos.

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